miércoles, marzo 31, 2010

Fluye

"El vértigo es algo diferente del miedo a la caida. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta ante nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados."

"Queria detenerse junto a la orilla y mirar largamente las olas, porque el fluir del agua tranquiliza y cura. El rio fluye de una edad a otra y las historias de la gente transcurren en la orilla. Transcurren para que sean olvidadas y para que el rio siga fluyendo."

Milan Kundera, en "La insoportable Levedad del Ser"

viernes, marzo 26, 2010

Vale x 3

- Mamá, vos vas a tener otro hijo? (Valentina, 5 años)
- No, yo ya las tengo a ustedes dos, no quiero tener más hijos.
A los dos o tres días:
- Mamá, sabias que aunque vos no quieras tener hijos, los hijos te nacen?

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- Viste, se llama Caillou, como el perrito que tenía Maia, que ahora se lo regaló al abuelo Huber.
- Que boba Maia, si estaba nuevito!! (Valentina)

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Abuela! Vas a crecer! (Vale exclama contenta, mientras ve a su abuela comer una abundante merienda)

sábado, marzo 20, 2010

El otro enfoque

- "Tenemos que volver para adentro", me dice el abuelo entrando apurado desde el umbral con mi hija de 4 años a upa, tropezando prácticamente conmigo que iba saliendo con mi otra hija de 1 año, también a upa.
- "Porqué?, ya estamos prontas, ya estábamos saliendo...?"
- "Dice él que tenemos que volver para adentro", y ahí pude ver horrorizada que tenía un tipo atrás empujándole con una pistola por la espalda...

El corazón me latía a miles de bits por segundo, y por mi cabeza también fluía la información al mismo ritmo.
-"Todos al suelo! VAMOS!!"
Obviamente les hicimos caso y en el momento que me iba agachando me dije a mi misma: bueno, ya estamos jugados, totalmente en sus manos, tengo que aparentar que está todo bien delante de mis hijas, para que la experiencia no les sea más traumática todavía. Y gracias a ese pensamiento en pocos segundos me logré tranquilizar de verdad.
Como con los oídos tapados, de ahí en adelante me puse a observar la escena como si fuera un espectador y no un participante, jugando con las nenas, rezando por que terminara lo más rápido y de la mejor manera posible... Y los adultos restantes que estaban conmigo en la casa sintonizaron automáticamente la misma actitud, manteniendo un diálogo (dentro de todo) en buenos términos con los asaltantes.

Días después cuando se me descongelaron el corazón y las vísceras, y pude contarle a mis amigos lo que había pasado, mientras me preguntaban los detalles me quedé perpleja cuando alguien me dijo "Vos estarías furiosa, conociéndote..." Traté de sondear en mis sentimientos hacia los asaltantes (durante el copamiento en caliente y en el momento de la pregunta en frío), y me sorprendí a mi misma descubriendo que no sentía para nada rabia o deseo de venganza. Tengo grabada en mi retina la mirada de esos gurises, en sus ojos había miedo, tristeza, desesperación, e incluso paradójicamente, un atisbo de inocencia. Parecían mucho más nerviosos y asustados que nosotros.
No pude sentir otra cosa que lástima por ellos: ahí regalados, entrando a cualquier casa donde no saben con qué se van a encontrar, arriesgándose a que un Feldman cualquiera los cague a balazos, o lo que es peor lastimar ellos a algún indefenso, cargando con esa culpa por el resto de sus vidas, y matando con ese mismo balazo la poca esperanza de salir de esa vida de mierda (si es que aún les quedaba).
Yo creo que ellos percibieron esa como quien dice empatía que sentimos hacia ellos, y gracias a eso la situación terminó pocos minutos después sin consecuencias mayores ni para asaltantes ni para asaltados.

No voy a profundizar más los detalles de lo que pasó porque no viene al caso, quiero transmitirles simplemente ese aspecto (quizás un poco dejado de lado en anécdotas similares), y que para mí se demuestra maravillosamente en este dulce cuento para niños.
Obviamente la primer lectura que hacemos: "Es al revés que el cuento clásico, que gracioso!", pero si lo pensamos en el contexto de este post y conocen un poco más de la biografía del autor, el mensaje queda clarísimo.
Yo creo que todos los uruguayos deberían leerlo y reflexionar si no estamos equivocando el enfoque cada vez que se discute el tema "Inseguridad".

viernes, marzo 12, 2010

PPA (puto piloto automático)

La película Whisky fue nominada entre los 10 mejores largometrajes sudamericanos de la década, y dentro de dicha lista fue la única uruguaya. Lo genial de esa película es como el director nos logra transmitir lo impresionantemente aburrida que es la vida de los protagonistas, su rutina insoportable. No tienen otra cosa que su trabajo, que es un trabajo de mierda, se van de vacaciones por primera vez en mucho tiempo. Pero lo principal: es que no se plantean de cambiar, de que hay muchas otras opciones en la vida.
Y los uruguayos somos muy de hacer esas cosas. Le ponemos el piloto automático a la vida y no nos detenemos a pensar, a analizar, a escuchar nuestro yo interior, para ver si el camino que estamos siguiendo es el correcto, el que queremos, o hay otra vía mejor. A veces el camino que sigue el piloto lo marcan los prejuicios de nuestros antepasados, la idosincracia de nuestra sociedad o simplemente la desidia y la desesperanza (la vida es una mierda y no puedo hacer nada para mejorarla).

No es hora de decir basta, dejar de echarle la culpa al resto del mundo y tomar las riendas de una vez por todas?
Felicitaciones a mi amiga arual, que se animó a hacer el cambio que hace tiempo anhelaba, y al resto de mis amigos/familiares que también están cambiando alguna parte importante de sus vidas (una mudanza, otro trabajo, tener hijos, irse a vivir en pareja, etc). Es que por suerte en las nuevas generaciones esto está mejorando.

Yo cambié y sigo cambiando, no sería capaz de seguir viviendo si no tuviera nuevos desafíos.
El otro día hablando con un amigo me di cuenta que tengo una checklist en mi ram interna y que sin darme cuenta voy tildando de a poquito, algunas re boludas, otras re snob, otras son tan locas que lo más probable es que nunca las cumpla. Pero me divierte escribir la lista, aquí va completa:
- tener un perro y llamarle Jimbo
- cuando sea viejita, estar orgullosa de mis arrugas, usar el pelo blanco azulado
- tener una camioneta con barandas
- aprender acrobacias de circo
- aprender a cantar, para poder cantar a mis anchas (*)
- aprender a bailar
- aprender a pintar cuadros
- aprender diseño gráfico (como corel y photoshop)
- hacer artesanías y vivir de eso
- jugar con mis hijos/nietos como si fuera aún una niña
- tirarme en paracaídas
- tirarme de un bungy jumping
- andar en ala delta, kite surfing, esquí, snowboard y cualquier otro “deporte extremo” (**)
- tener el pelo verde
- subirme a la cima de un cerro/montaña y gritar con toda la fuerza de mis pulmones

Ojo, no siempre fue así, y me arrepiento de lo mucho que me perdí las veces que sin darme cuenta agarró las riendas el socarrón piloto inflable (se acuerdan de “Donde está el piloto?”):
- cuando una vez por tener que levantarme para ir a laburar al otro día, me fui a casa a dormir en vez de quedarme en El Faro a ver la filmación de aquellas escenas de Plata Quemada
- cuando pasé casi cuatro años de mi adolescencia al lado de un imbécil que me había convencido que yo era demasiado poco para pretender alguien mejor que él
- cuando pensaba que la belleza y el dinero era la clave del éxito y la felicidad en la vida. Hay que demandar a los Hnos.Grimm y el resto de los malditos escritores de cuentos para niños por encajarnos semejante mentira a generaciones y generaciones de gurises de todo el mundo.
- cuando por hacer caso a la pacatería intrínseca que me inculcaron mi madre y abuelos (con las mejores intenciones, obviamente), nunca me animé a probar sustancias ilegales u otros juegos taboo igualmente divertidos, y ahora estoy demasiado pelotuda (y comprometida) como para hacerlos.
- cuando, por tanto preocuparme por cambiar, dejé que el piloto se adueñara también de los cambios

Moraleja: a no descuidarse y dejar que el piloto se adueñe!

(*) Obvio que cantar siempre es posible, el problema es que tengo muy buen oído y me doy cuenta que desafino espantosamente, lo cual me cohíbe sobremanera.
(**) Yo siempre digo que el deporte más extremo de todos es el fútbol porque la estadística me dice que el 100% de los que juegan fútbol como hobby (amigos, compañeros de laburo, etc), han estado seriamente lesionados por su causa por lo menos una vez.