martes, marzo 22, 2011

Essential Song

Pearl de Janis Joplin fue mi primer CD.
Un disco grabado originalmente en vinilo, no tenía mucho sentido elegirlo, pero nunca me voy a olvidar de la emoción que sentí en el momento en que lo vi en una vidriera de la galería Opera, entré y lo compré.
Hasta el día de hoy, cuando estoy medio depre, me pongo a escucharlo y si estoy sola a cantarlo a los gritos, y me llena de energía y de vida.
Pero no se me había ocurrido cantar de verdad los temas de Janis, hasta que mi amiga del alma Lau me mandó un sms "suerte Janis" el día de la muestra el año pasado, y me hizo emocionar hasta las lágrimas.

Me & Bobby McGee es para mí la canción más hermosa y emotiva del mundo, por la letra, la música, la paz que me transmite. A por ella voy mañana, que retomo las clases de canto luego de las vacaciones.
Espero que la profe tenga los vidrios de la casa asegurados :S

Me & Bobby McGee (Janis Joplin)

Busted flat in Baton Rouge, waiting for a train
And I’s feeling nearly as faded as my jeans.
Bobby thumbed a diesel down just before it rained,
It rode us all the way to New Orleans.

I pulled my harpoon out of my dirty red bandanna,
I was playing soft while Bobby sang the blues.
Windshield wipers slapping time, I was holding Bobby’s hand in mine,
We sang every song that driver knew.

Freedom is just another word for nothing left to lose,
Nothing don’t mean nothing honey if it ain’t free, now now.
And feeling good was easy, Lord, when he sang the blues,
You know feeling good was good enough for me,
Good enough for me and my Bobby McGee.

From the Kentucky coal mines to the California sun,
Hey, Bobby shared the secrets of my soul.
Through all kinds of weather, through everything that we done,
Hey Bobby baby kept me from the cold.

One day up near Salinas, Lord, I let him slip away,
He’s looking for that home and I hope he finds it,
But I’d trade all of my tomorrows for one single yesterday
To be holding Bobby’s body next to mine.

Freedom is just another word for nothing left to lose,
Nothing, that’s all that Bobby left me, yeah,
But feeling good was easy, Lord, when he sang the blues,
Hey, feeling good was good enough for me, hmm hmm,
Good enough for me and my Bobby McGee.

domingo, marzo 20, 2011

El veto a la veta

Estos últimos días han sido un poco rutinarios, aburridos. Me levanto y es como si el despertador sonara con la radio de "El día de la marmota", para repetir una y otra vez la misma secuencia de eventos hasta llegar la noche e irse a dormir.


Y yo cuando me aburro, me pongo guaranga.


Fue entonces que una noche me miré al espejo y me dije: “Botija, a ver si explotamos esa veta humorística, que capaz tenés ahí adentro de tu interior más interno”. Y como ahora que cambió el Código Minero pasó a ser mejor negocio esto de explotar vetas interiores, ¿porqué no intentarlo?


Me quedé ahí frente al espejo en trance mirando fijo como si explotar la veta fuera encontrar la punta del granito y apretar, apretar hasta que reviente y psssssssfffff aterrice sobre el vidrio, hasta que me desperté, sacudiendo la cabeza y me dirigí a la cama con una hoja y un papel. Cuando llegué a la cama (me gusta escribir y leer sentada en la cama), me di cuenta que no había agarrado ninguna lapicera y qué mierda hacía con las dos hojas en la mano. Así que opté directamente por utilizar la laptop, que estaba ahí debajo de la cama, echadita como siempre como un perro guardián.


Decidí entonces ponerme a escribir un monólogo, onda los Monólogos de la Vagina. Pero me encontré con dos problemas: a) a ella no le gusta que le digan vagina, prefiere modos más cariñosos como Pepita o Conchita, b) no hubo forma de hacerla hablar, por más que lo intenté (con un títere le enseñaba a vocalizar cada letra para que moviera los labios imitándolo), pero no  hubo caso, sólo logré hacerla llorar de frustración pobrecita (y ahí tuve que cambiar las sábanas, menudo contratiempo). Así que decidí que era mejor dejarla tranquila.


Recordé entonces que en realidad el último alarido (carcajeante) de la moda en cuanto a humor son los Stand Up. Fui al supermercado a comprar una Seven up, puse en el Winamp una playlist con los temas de Bob Marley “Get Up, Stand Up” y “Stir it up”, y me senté con el Word en blanco a esperar que fluyeran esos brillantes libretos.

Pero ser mujer me limita, porque los temas cliché que toda standuppera que se precie de tal tiene que incluir en su repertorio son:

1)      La dieta

2)      El gimnasio

3)      La energumenidad de los individuos de sexo masculino

Y ahí el tal problema, no son temas con los que me sienta identificada porque:
1)      Nunca hice dieta, tomo Coca común y la base de mi pirámide alimenticia son los chocolates y golosinas, que necesito ingerir en dosis diarias para que mi cerebro funcione, y para no desequilibrarme emocionalmente (más). 2)     Hace tiempo que no voy a un gimnasio tradicional, lo cambié por la escuela de circo, y es de las cosas más gratificantes que hoy hago en mi vida, me llena de energía y de adrenalina 3)      AMO los hombres: mi marido es inteligente, cocina muy bien, no le gusta el fútbol y está siempre listo. Pero además tengo muchos amigos hombres, porque con ellos puedo decir palabrotas sin que se persignen, puedo comentar tranquilamente que están más gordos/canosos o pelados y ellos igual conmigo. En cambio las mujeres, ufff, mirá que somos complicadas....  Pero no está bien visto que la standuppera haga chistes sobre lo hinchapelotas y ladillas que somos las mujeres.


Bueno, no califico para standuppera entonces… ¡¿Qué hago?!

Me acordé de esta mina Malena Pichot, tan exitosa ella, con sus videítos de MTV. Nunca en mi vida la había visto (no miro MTV desde que dejaron de pasar Celebrity Deathmatch), así que busqué y miré un par de capítulos en Youtube.

Ok, fácil, es apenas una variante light de la standuppera uruguaya, agregando muchas palabrotas que hacen que parezca una mina muy liberal y suelta de lengua, pero su monotema sigue siendo el punto 3 (a diferencia de las anteriores, no es una superadita que habla con despecho de los hombres, sino que siempre se está quejando de lo mucho que necesita un macho). No puedo evitar querer gritarle: "¡PELOTUDA! ¿pero porqué no te hacés dar por un ballenato en celo si estás tan desesperada por una pija?" Y ahí voy bien, ¡sote!, porque es fundamental en la escuela pichotista decir pija, coger, orto, paja, a los gritos y sin que te tiemble la voz (atención: prohibidos pito, garchar o culo, que son demasiado infantiles y están demodé).

Pero una cosa es escribirlo y otra *decirlo*. Ay mamá, ensayé horas y horas y no, no, no me sale con naturalidad, un horror... No puedo decir pija sin acto seguido emitir risitas de timidez y taparme la boca, boluda.


Ahí entonces me dí por vencida y acá vengo, con el caballo cansado, veta humorística vetada, y a dormir que mañana es día de la marmota de nuevo, nos vemos un día de estos pijilines (jijijijiji).