Observaba con atención su figura alta y esbelta.
Su torpe español, con marcado acento americano -texano quizás- otorgaba a su conversación una cadencia encantadora.
Pero más que nada admiraba su poder, su entorno.
Tenía que causar una buena impresión. Tenía que resumir en una frase su admiración hacia esa persona sin omitir hablar bien de sí mismo, como al pasar.
Miles de personas le estaban observando, se juega su futuro y en cierta forma también el de ellos, tiene que hablar rápido, no queda mucho tiempo... No lo piensa dos veces y dice:
"We are fantastic!"
2 comentarios:
....excelente. Y no me esperaba el final :)
Doh!
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