Por aquella época no me gustaba demasiado la poesía. Un poco quizás por los trillados poemas de Neruda, que mis amigas recitaban y graffiteaban en los baños incansablemente. O por las tediosas rimas de Gustavo Adolfo Bécquer, que en las clases de Literatura teníamos que analizar.
Pero cuando cumplí 15 años me regalaron una agenda semi-artesanal uruguaya, que tenía trozos de canciones, poemas, dibujos, partituras, etc. Fue así que conocí a aquel poeta con apellido de marca de mayonesa, ahora más conocido por su búsqueda -y por suerte reencuentro- de su nieta desaparecida, que por sus poemas en sí.
Aquel que aparecía en mi agenda, y que fue el puntapié para valorar la otra poesía, la que ya no me parece cursi, la que me conmueve, es este:
POCO SE SABE
Yo no sabía que
no tenerte podía ser dulce como
nombrarte para que vengas aunque
no vengas y no haya sino
tu ausencia tan
dura como el golpe que
me di en la cara pensando en vos
Juan Gelman
No hay comentarios.:
Publicar un comentario