Sus labios saboreaban vagamente aquel noveno vaso de vodka.
Brazo tembloroso, vista obnibulada: soberana borrachera.
En la nebulosa vislumbra la deleitable bailarina, cabellos de ébano y labradas curvas, vistiendo un breve bikini. Ella abre una brecha en el bullicio y se avecina, implacable. El atiborrado bar de boca abierta .
El beodo balbucea: bebes vodka, belleza?
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