miércoles, diciembre 31, 2014

Lo miraba de afuera

Mi nula capacidad de síntesis siempre me jugó en contra a la hora de intentar escribir poemas. Por eso directamente nunca lo intento. 
Pero hace unos meses en una fiesta me encontré con una amiga de mi mamá que me conoció de niña, cuando yo tenía cuatro o cinco años. Ella todavía recordaba un poema que le inventé en un viaje de ómnibus a Montevideo:
Llueve que te llueve
viento que te viento
Lágrimas de pájaro
y yo en mi ventana
Así que después de eso me dio un poquito de ganas de intentarlo de nuevo. Salió uno, que no sé si  es un poema o sólo una cosa rara, por eso le llamé Po (quiere ser poema pero le falta).
Y de paso quedense un ratito por ahí, antes que me agarrara el fin de año publiqué otros cuentos viejos, que al igual que Po, los tenía escritos a mano en mi cuadernito búho.
¡Felisa me muero!

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