Tenía un cajón lleno de zanahorias.
Grandes, pequeñas, cilíndricas, esféricas, cúbicas, tetraédricas, pero todas anaranjadas. Naranja-zanahoria, como el jugo Dairico.
Año tras año elegía una -o varias- y las ponía en el gancho. De a una, porque sólo se podían elegir de a una... "Pa' que te rinda", como dicen en campaña.
Pero poco a poco las hilachas del engaño se fueron mostrando, hasta que un día quedó completamente develado -como lo ve Neo cuando se come la pastilla roja-.
Ya nunca nada volvió a ser como antes.
¿Cómo hacer de ahí en más para seguir adelante?
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